El Barcelona se ha proclamado campeón de la Supercopa de España 2011 por 3-2 en un excelente partido por ambos bandos, en una primera mitad espectacular, que quedó completamente deslucida, en una segunda parte que recordó a los encuentros de hace poco más de tres meses y que acabó con enfrentamientos entre jugadores y cuerpos técnicos de ambos equipos.
En una primera parte muy intensa, el Real Madrid fue algo mejor que el Barcelona, saliendo desde el primer minuto a buscar la portería de Valdés, presionando muy arriba a la defensa azulgrana y provocando muchas pérdidas de pelota tanto en la defensa como en la medular azulgrana. Ambos equipos pusieron en el campo un ritmo frenético que, para ser el mes de agosto, parecía un partido en pleno mes de mayo.
Sin embargo, aunque los de Mourinho comenzaron mucho mejor, fue el Barcelona el que dio primero en el 15', en un excelente pase de Iniesta a Messi, que solo ante Casillas, puso el 1-0 en el marcador. No tardó mucho el Real Madrid en dar la réplica cuando en el 20', Benzema sacaba un disparo en falso desde fuera del área, que pegaba en Alves, desviando Ronaldo al fondo de las mallas del Valdés, empatando el partido a uno.
A partir de la media hora, el partido se relajó un poco y el Barcelona empezó a controlar más la situación, tanto fue así que Messi avisó en el 36', con otra buena parada de Casillas, pero no desperdició la oportunidad en el 44', tras bonito pase de Piqué, para poner el 2-1 a favor del Barcelona, con el que terminó un primera mitad espectacular y excelente, digna de un partido de Champions League.
El Real Madrid empató el partido, en un nuevo córner mal defendido por el equipo azulgrana, que Benzema remató en el 81', a solamente nueve minutos del final. Seguidamente, se producía el tan ansiado debut de Cesc en el Barcelona al entrar por Pedro. El Barcelona de nuevo se fue arriba y en un centro de Adriano, Messi remataba en carrera, poniendo el 3-2 en el marcador en el 87', levantando a todo el Camp Nou.
En el 90' Cesc daba su primer excelente pase a Messi que, solo ante Casillas, desperdició la ocasión de sentenciar un partido en unos minutos finales muy emocionantes, con un Real Madrid que necesitaba un gol para llevarse el título en un final que acabó en una tangana, tras una dura entrada de Marcelo a Cesc, en la que el brasileño fue expulsado y que originó una pelea en la que Villa y Özil, ambos ya en el banquillo, fueron expulsados en un final en el que la mala imagen volvió a aparecer entre los dos grandes del fútbol español. El partido finalizó con ese 3-2, obra de Messi que le daba el título al equipo azulgrana.
