Londres, 5 de mayo de 2011.- Manchester United y Chelsea se juegan el domingo su destino en el duelo más atractivo de la temporada, el que va por el liderato de la Premier League en la antepenúltima jornada y al que los ‘Diablos Rojos’ llegan con la motivación se conocerse ya como finalistas de la Liga de Campeones.
Old Trafford será el escenario más visto en esa trigésimo sexta jornada de Liga. El mismo lugar en que anoche se dilucidó el nombre del finalista que se enfrentará al Barcelona en Wembley: Manchester United.
Su entrenador, Alex Ferguson, ya tuvo muy en cuenta la prueba de fuego del próximo fin de semana al alinear al equipo en la vuelta de semifinales contra el Schalke, anoche. La principal pista de ello fue el anuncio de que Wayne Rooney descansaría entre semana para estar a punto el domingo.
Rio Ferdinand, el capitán, vio el partido con Rooney en el banquillo, esperando que su forma le dé tregua en esta recta final de la temporada para poder ayudar al plantel a defender el liderato durante las tres semanas que restan de competición.
Si el Manchester gana el domingo, será muy difícil -prácticamente imposible- que otro equipo le arrebate el título de Liga. Con 73 puntos, frente a los 70 del Chelsea y los 67 del Arsenal, los "diablos rojos" pueden aún terminar la temporada con un "doblete.
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