El Barça tuvo el control total y absoluto del partido jugando en la mitad de campo pamplonica. Recuperaba la pelota rápido y tenía superioridad en el centro del campo a la hora de crear juego con las referencias de Alves y Villa en bandas para desahogar en caso de que el juego se ahogara por el centro.
No necesitó el Barça pisar el acelerador o desgastarse demasiado. El partido estaba ganado en lo táctico y la calidad individual hizo el resto. Messi hizo 3, Villa 2, Cesc y Xavi 1 y con un autogol se cerró la goleada.
Poco más se puede decir de una victoria tan fácil y contundente como la que hemos vivido. Con un equipo que terminó jugando con Adriano, Mascherano y Maxwell en la línea defensiva, el Barça cierra algunos debates estériles como el de "los centrales de Guardiola", pero a buen seguro volverá a abrir el de "el nivel de la Liga".
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